miércoles, 16 de septiembre de 2009

De Bilbao a Barcelona pasando por Madrid (y III)

Para terminar con esta parte de viajes fugaces, en esta ocasión el destino era Barcelona, en la que es la tercera visita del año (en esta ocasión con Verónica), y para lo mismo, un concierto, el de Coldplay.
Todo aquel que me conoce, sabe que cada vez más, siento algo especial por esta ciudad. Es cierto que no la conozco todo lo que debería (por las veces que la he visitado), pero si que tengo buenas sensaciones cuando paseo por ella.
Como he comentado, la fugacidad de este viaje fue debida al haber comprado las entradas a última hora y como consecuencia de ello los billetes, la reserva de hotel, etc. En fin, a pesar de eso, todo salió como esperábamos.
Como en todo viaje fugaz, nada puede ir despacio, así que para cumplir la norma, llegamos al Prat con el tiempo justo, el Aerobus tardó más de lo habitual en estos casos ya que se le ocurrió coger caravana a la llegada a Barcelona, y para más cachondeo (y por desconocimiento), tomamos el metro para ir al hotel (que se podía ir andando), con tan mala suerte que lo cogemos en sentido contrario. Menos mal que despertamos a tiempo (ya que estabamos aturdidos por la velocidad) y tardamos dos paradas en caer en la cuenta.
En fin, después del colapso mental, llegamos al Hotel Torre Cataluña, sin quejas, habitación enorme, baño enorme, la verdad es que cada detalle está muy bien cuidado y la atención es muy buena. para aquel que le interese está junto a la Estación de Sants.
Tras salir del hotel, no volvimos a cometer el mismo error del metro y fuimos andando hasta el Estadio Olímpico (20 minutos) para disfrutar del concierto.
Al día siguiente y para "hacer tiempo", nos fuimos desde temprano a pasear por la ciudad, con la premisa de que teníamos que estar en una zona bien comunicada y accesiblepor metro para poder regresar al hotel y recoger las maletas. Ese destino fue Las Ramblas y alrededores, en donde nos perdimos conscientemente. Acabamos comprando el almuerzo en La Boquería y comiendo en la Plaza Real. Después de almorzar, hotel y rumbo a la nueva y enorme T1 del Prat (con retraso del avión incluído).
La anécdota del viaje: en la ida, en el vuelo de Vueling, se quedaron sin comida y medio avión no pudo comer, de vergüenza.
Un viaje muy corto pero intenso, 24 horas aprovechadas cada minuto.

sábado, 12 de septiembre de 2009

De Bilbao a Barcelona pasando por Madrid (II)

Antes de aterrizar en Tenerife procedente de Bilbao, realicé una "parada técnica" en Madrid, el día 7 de julio, para realizar una serie de visitas "serias" y otras no tanto, las primeras se solventaron rápido, mientras que las segundas eran las más esperadas, que son aquellas que le dispensamos a los amigos cuando vamos a sus lugares de residencia. En este caso Madrid es lugar de muchas visitas y a cual mejor, lamentablemente no había tiempo para verlos a todos, pero hay más ocasiones. En fin, para añadir a mis lugares conocidos de la Capital, visité por primera vez el Parque de Atracciones, situado en la Casa de Campo. No es que me apasionaba el lugar ni el hecho de visitarlo, pero recibí una invitación, y la verdad es que disfruté de la visita, aún estando algo cansado del propio viaje en si, con secuelas de Bilbao (cada uno que piense lo que quiera). Lo mejor de esto es la anécdota de ese día, que fue quedarme sin batería en el móvil y vagar durante un tiempo fuera del Parque, hasta que se me ocurrió pedir prestado un móvil para realizar una llamada, mi fortuna fue que las amables personas eran de Gran Canaria (menuda casualidad).
En fin, la siguiente parte es la más habitual en todos los casos en los que se va a visitar a unos amigos que hace tiempo que no se ven, es decir, una copiosa cena en un lugar habitual (en este caso cena en casa del amigo, más económica y seguro que más copiosa que en cualquier lugar, buenísima cena por cierto), y para continuar, visita al lugar habitual de copas, en esta ocasión tocaba visitar la zona de la Cava Alta y alrededores. De esos lugares en los que el reloj se para, simplemente por la compañía y el ambiente.
Y al día siguiente, más visita a amigos, en este caso para almorzar...en un socorrido VIP´S (recordar a aquel que lea esto, que no cometan el error de ir a la zona de Nuevos Ministerios a almorzar un domingo), y así pagar el error de tener poco tiempo. Y desde allí recogida de maleta (la errante) y vuelta a casa.
Muchas gracias a Pablo y a Jaime por su hospitalidad y a Irene por su tiempo.

domingo, 6 de septiembre de 2009

De Bilbao a Barcelona pasando por Madrid (I)

Después de la última visita a Barcelona en julio, la verdad es que ha sido un verano algo más movido de lo que esperaba, sobre todo por lo inesperado de algunos acontecimientos.
En primer lugar, el pasado 5 de julio, visité de manera fugaz (la fugacidad ha caracterizado mis últimos viajes, y me da que seguirá así un tiempo, es cuestión de saber aprovechar) la ciudad de Bilbao, ya que aterricé en Sondika el día 5 y despegué el 7. Es evidente que en tan poco tiempo no se conoce un lugar y más cuando uno la visita por razones laborales, pero la verdad es que me hizo falta poco tiempo para darme cuenta que debo visitarla con más calma la próxima vez. Me alojé en el Hotel Barceló Nervión, junto a la ría y el punto de encuentro para mis obligaciones era el Museo Marítimo. Dicho esto, y para aquellos que conozcan la ciudad, habrán intuído que el paseo desde un punto hasta el otro es muy bueno, sobre todo por la cantidad de lugares para apreciar, desde el puente de Calatrava que cruza la ría, pasando por las Torres de Isozaki, continuando con el Museo Guggenheim y el Euskalduna, hasta llegar al Museo Marítimo.
La verdad es que me faltaron minutos para poder apreciar todo lo que pasaba ante mi.
Una vez acabado el trabajo, tocaba tiempo para el ocio, o mejor dicho, antes y después del trabajo, ya que la noche de la llegada cené en el Museo del Vino, cerca de la Gran Vía de Bilbao. Creo que sobra decir, que el vino era muy bueno, aunque destacaría la comida, especialmente los ibéricos, jamón, lomo, chorizos, etc. Lamentablemente, por motivos profesionales, la segunda noche no pude realizar la ruta del pintxo, aunque seguro que volveré y espero que con más tiempo.