lunes, 5 de enero de 2009

Un lugar de bajos vuelos

Cada lugar tiene su curiosidad, su encanto, su rareza. En este caso, en la isla caribeña de St. Marteen, nos encontramos con el Aeropuerto Internacional Princesa Juliana. He de aclarar que la isla está dividida entre la zona holandesa y la francesa. El Aeropuerto de referencia es el holandés, al sur de la Isla.
El aeropuerto fue creado como pista de aterrizaje militar en 1942. Fue convertido a un aeropuerto civil en 1943. En 1964 el aeropuerto fue remodelado y se le añadió una terminal nueva. Las instalaciones se ampliaron en 1985. Está a escasos 15 kilómetros de la ciudad de Philipsburg.

El mayor atractivo que tiene este Aeropuerto (si es que lo podemos llamar atractivo), es que en el momento del aterrizaje los aviones pasan a escasos 25 metros de la playa de Maho Bay, situada a pie de pista, atrayendo a los aficionados de los aviones a esta costa. El gobierno local advierte que acercarse demasiado en el momento de la llegada y la salida de las aeronaves “puede dar lugar a lesiones serias o incluso la muerte” (como se muestra en la imágen que encabeza el post). Es uno de los únicos lugares en el mundo donde se puede ver a los aviones en su aterrizaje justo debajo del mismo. Debemos tener en cuenta que en este aeropuerto aterrizan aviones de gran envergadura como los B-747 (los cuales son muy comunes en este aeropuerto, operan 12 al día.).
En fin que si quieren vivir emociones (esta con un riesgo bajo, para quien lo vea), sólo tienen que viajar a St. Marteen y esperar a que aterricen los aviones.